Adriana Villa Moreno es egresada de Ingeniería Biomédica, con maestría en ingeniería con énfasis en diseño de la Universidad EAFIT que desde el colegio y el pregrado ha participado como voluntaria en diferentes organizaciones sociales, como Soñar Despierto, Techo y Proyecto Morales.
Su compromiso en el tema social es tal que una vez terminado su pregrado en la Universidad CES, decidió irse dos años de voluntaria tiempo completo para la organización Red Misión, de los cuales 6 meses fueron en Medellín y 18 meses en Venezuela, donde el objetivo primordial era promover la conciencia social en niñas de colegio.
Su trabajo de grado de maestría estuvo centrado en evaluar las condiciones de inclusión de niños con discapacidad visual en instituciones educativas, donde estuvo tres años trabajando en generar conciencia sobre el tema y desarrollando herramientas para reducir las barreras.
El interés y las ganas de generar un cambio en el país para la población en situación de discapacidad, llevaron a Adriana a fundar la empresa Tejido de Sueños con otras dos egresadas de la Universidad, donde se enfocaron en generar conciencia y educar sobre el ‘diseño universal’ En Tejido de Sueño no buscan la inclusión desde la compensación de una deficiencia (que ha sido el enfoque asistencialistas que se ha tenido hasta el momento), si no desde la reducción de la barrera. Piensan en productos que generen interacciones, y en los cuales la diversidad empieza a ser vista como una fuente de riqueza social, no como un obstáculo. Además de eso, Tejido de Sueño es una empresa ‘completamente social’, en el sentido en que los productos que comercializan son ensamblados por personas en situación de discapacidad a través de fundaciones.
Siguiendo su interés en tener un impacto mucho mayor en el tema social, Adriana fundó su segunda empresa con otras dos egresadas de la Universidad CES (una en psicología y la otra, residente en neurología): Indeleble Social, una empresa dedicada a la creación de estrategias de responsabilidad social en proyectos de formación de habilidades humanas y voluntariado corporativo, entre otros, conectando las necesidades empresariales con necesidades sociales en Colombia.
En el marco de la agenda de desarrollo sostenible 2030, es muy importante que la juventud esté en pro de una construcción colectiva del futuro, es ahí donde Adriana se convierte en un modelo a seguir para las nuevas generaciones y recién egresados, quienes tienen la obligación de ser el motor de cambio para Colombia, con impacto local pero con pensamiento global.